Si estar enfermo cuando eres adulto es difícil, es aún peor para nuestros niños cuando sufren resfriados y gripes. Dolor de cabeza, dolor de garganta, nariz congestionada, fiebre y tos o malestar estomacal. Es fácil sentirse débil y abatido cuando eres pequeño, y como adulto, naturalmente quieres aliviar y facilitar las cosas lo mejor posible para tu hijo. ¡Aquí tienes algunos trucos naturales y completamente no tóxicos que puedes usar cuando tu hijo se enferma!
1. Ofrece agua super potente de miel ecológica con jengibre
La miel es un alimento fantástico con muchas propiedades beneficiosas. Contiene, entre otras cosas, minerales y vitaminas, así como antioxidantes que ayudan a proteger el cuerpo de los radicales libres. La miel tiene efecto antibacteriano, así como propiedades expectorantes y antitusivas. Por eso la miel es excelente para consumir cuando estás resfriado.
Receta de agua con miel:
Aproximadamente 325 ml de agua
1 cucharadita de miel ecológica, no pasteurizada (recuerda que los niños menores de 1 año no deben consumir miel)
1 cucharadita de jengibre fresco ecológico
Preparación:
Hierve aproximadamente 325 ml de agua en un hervidor o cacerola.
Deja que el agua se enfríe hasta aproximadamente 38 grados y añade 1 cucharadita de miel ecológica (la miel no debe calentarse a más de 38 grados porque pierde sus propiedades beneficiosas).
Exprime aproximadamente 1 cucharadita de jengibre fresco en el agua usando un prensador de ajo.
Remueve en la taza o agita la botella.
Adapta la receta según la edad y el tamaño del niño. Esta cantidad de agua con miel potente es adecuada para niños entre 1-3 años aproximadamente. A menudo puede ser difícil que los niños beban agua y líquidos cuando tienen fiebre o están resfriados, y en estos casos esta agua con miel puede ser una salvación porque tiene buen sabor gracias a la miel.
2. Combate el dolor de garganta haciendo gárgaras con agua salada
Tener dolor de garganta realmente no es agradable. Raspa, arde y se siente como si hubieras tragado papel de lija. El dolor de garganta puede hacer que sea difícil tragar tanto líquidos como alimentos, que son tan importantes cuando estás enfermo. ¡Ayuda a tu hijo a aliviar su dolor de garganta con un remedio totalmente natural y casero como las gárgaras con agua salada! La receta es súper sencilla y contiene solo dos ingredientes que la mayoría tiene en casa. Los niños generalmente pueden aprender a hacer gárgaras alrededor de los 4 años de edad. Un consejo inteligente es enseñar al niño a hacer gárgaras con agua normal antes de permitirle hacer gárgaras con algo que deba escupir. Deja que el niño haga gárgaras con un sorbo de agua tibia y enséñale a escupir siempre. Cuando el niño sepa cómo hacerlo, puedes pasar a las gárgaras con agua salada.
Receta para agua de gárgaras con sal:
Aproximadamente 2,5 dl de agua tibia
1/2 cucharadita de Sal del Himalaya
Preparación:
Enseña al niño a hacer gárgaras primero con agua tibia normal.
Hierve aproximadamente 2,5 dl de agua en una olla o hervidor.
Vierte el agua tibia en una taza y disuelve la sal.
Asegúrate de que el agua salada esté a una temperatura adecuada para tu hijo y no demasiado caliente para evitar que se queme.
Deja que el niño haga gárgaras con el agua salada durante unos 30 segundos y luego escupa. Es recomendable hacer gárgaras varias veces hasta terminar el contenido de la taza.
Recuerda remover constantemente la taza para que la sal no se asiente en el fondo.
Haz gárgaras con agua salada según sea necesario y hasta 3-4 veces al día. La mayoría de las personas sienten alivio inmediato.
3. Prueba el truco de la cebolla contra la tos
La cebolla amarilla es también un alimento fantástico con muchas propiedades beneficiosas. La cebolla contiene compuestos de azufre que pueden ayudar a combatir la mucosidad y favorecer la expectoración de flemas de las vías respiratorias durante los resfriados. Muchos consideran la cebolla como el antibiótico natural más potente, capaz de combatir infecciones tanto virales como bacterianas y aliviar la tos. La cebolla se ha utilizado tradicionalmente contra la tos durante cientos de años. Cuando tu hijo tiene tos, puedes aprovechar el truco de la cebolla durante la noche para aliviar los ataques de tos o, ¿por qué no preparar tu propio jarabe para la tos casero?
Receta para el truco de la cebolla (alivio de la tos por la noche):
1 cebolla amarilla ecológica
Un bol o plato hondo
Agua caliente (opcional)
Preparación:
Pela la cebolla.
Corta la cebolla en rodajas o gajos.
Coloca la cebolla en la mesita de noche al lado de la cama o en el suelo junto a la cama.
Si lo deseas, puedes verter agua caliente sobre la cebolla hasta que quede casi cubierta. Experimenta para ver qué funciona mejor para vosotros.
Deja la cebolla en el dormitorio durante toda la noche para que pueda aliviar la tos.
Receta de jarabe de cebolla (medicamento casero para la tos):
2 cebollas amarillas ecológicas
10 cucharadas de miel ecológica (recuerda que los niños menores de 1 año no deben consumir miel)
El zumo de 1 limón ecológico
Un tarro de vidrio
Preparación:
Pela y pica la cebolla amarilla en trozos grandes y colócala en el tarro de vidrio.
Mezcla la miel con el zumo de limón y vierte la mezcla sobre la cebolla.
Cierra la tapa del tarro y déjalo en un lugar cálido durante aproximadamente 24 horas.
Cuela la mezcla en un nuevo tarro limpio y hermético y guárdalo en el refrigerador (debería durar aproximadamente 1-2 semanas).
Toma 1/2 - 1 cucharada de jarabe 2-4 veces al día para combatir la tos.
El jarabe de cebolla es un remedio antiguo contra la tos que nuestros antepasados utilizaban mucho. Sin embargo, el jarabe de cebolla puede tener un sabor desagradable tanto para niños como para adultos, y un consejo útil es taparse la nariz mientras se toma. ¡Así no sentirás tanto el sabor! 😉 El zumo de limón también hace que el sabor sea más tolerable.
4. Carga con vitamina C
La vitamina C ha sido elogiada durante mucho tiempo por sus beneficios para la salud cuando estás resfriado o con gripe, y la mayoría de nosotros probablemente hemos oído que debemos cargar con vitamina C cuando estamos enfermos. Sin embargo, el cuerpo no produce su propia vitamina C, por lo que debemos obtenerla a través de la dieta. Entonces, ¿cómo conseguimos que nuestros hijos ingieran esta importante vitamina?
Aquí tienes algunos consejos:
Prepara un batido con rodajas de plátano congelado, grosellas negras, fresas, leche vegetal y añade Pink Pitaya Powder, que es rico en vitamina C, vitamina B, fibra y minerales.
Si el niño puede tragar una cápsula, la vitamina C liposomal del Dr. Mercola es excelente. Adecuada para todos los niños a partir de 4 años. Para quienes no pueden tragar cápsulas, existen las Gotas Líquidas de Vitamina C de MaryRuth's. También adecuadas para niños a partir de 4 años.
Prepara sopa de escaramujo casera con polvo de escaramujo ecológico.
Corta pimiento amarillo y rojo en rodajas y cómelo así!
5. Hidrata el cuerpo con agua común
Los cuerpos de los niños pueden deshidratarse fácilmente durante resfriados, fiebre alta o enfermedades estomacales. Por eso, recuerda que tu hijo puede necesitar beber agua extra durante la enfermedad. El agua común funciona muy bien y se debe evitar zumos, refrescos y otras bebidas con alto contenido de azúcar, ya que pueden aumentar la mucosidad en la garganta. Si el niño ha vomitado o perdido mucho líquido, puedes utilizar una rehidratación casera sin azúcar con miel.
¿Cómo conseguir que el niño beba líquidos? ¡Aquí tienes algunos consejos!
Deja que el niño beba con pajita.
Dale al niño una botella de agua que pueda llevar consigo o tener junto a la cama. ¡Con una botella de agua aislada, el agua se mantiene fría y agradable durante mucho tiempo!
Congela cubitos de hielo y ponlos en el vaso de agua. ¡A todos los niños les encantan los cubitos de hielo!
Aromatiza el agua con limón exprimido, naranja u otras frutas que le gusten al niño.
Prepara polos de hielo con agua y bayas.
Receta de rehidratación casera sin azúcar con miel
1/2 cucharada de sal del Himalaya
1 litro de agua
2 cucharadas de miel ecológica (recuerda que los niños menores de 1 año no deben consumir miel)
El zumo de 1 limón ecológico
Preparación:
Calienta el agua y la sal en una cacerola.
Deja que la mezcla se enfríe hasta aproximadamente 38 grados y añade las 2 cucharadas de miel (la miel no debe calentarse a más de 38 grados porque pierde sus propiedades beneficiosas) y el zumo de limón.
Remueve y vierte en un tarro de vidrio, enfría y sirve.
Guarda en el refrigerador. La solución de rehidratación dura aproximadamente 3 días.
Por último, ¡pero no menos importante! Los niños necesitan mucho cariño y amor cuando están enfermos. Tómate el tiempo para acurrucarte con tu hijo, leer un libro, jugar a un juego y deja que reciba mucha atención de papá y mamá.
¡Déjanos un comentario con tu mejor truco para niños enfermos para que podamos aprender unos de otros!