Encontrar el producto perfecto para el cuidado de la piel es un desafío para muchas personas. Con todas las diferentes opciones disponibles en el mercado, puede sentirse como una jungla difícil de navegar para encontrar algo natural, sostenible y asequible que además se adapte a las necesidades de tu piel. Pero tenemos la solución: ¡aceites!
¿Por qué hacer tu propio aceite facial? Recibimos frecuentemente preguntas sobre qué cremas son las mejores para diferentes condiciones, por ejemplo, para piel seca, piel problemática o piel grasa. En la mayoría de los casos, el resultado es realmente bueno, pero para algunas personas parece imposible encontrar el producto adecuado. En estos casos, solemos recomendar un truco que rara vez falla: tomar el asunto en tus propias manos y mezclar tu propio aceite facial. Puedes adaptar los ingredientes según tus condiciones únicas, tienes control total sobre el contenido del frasco y puedes hacer muchas combinaciones diferentes con unos pocos ingredientes.
¿Es difícil de hacer? Para nada. Todo lo que necesitas para un aceite facial casero son tres componentes: un aceite base, uno o varios aceites que aporten nutrición adicional, y un aceite esencial que contribuya con aromas lujosos.
Receta DIY: Cómo hacer tu propio aceite facial
Aquí hemos compilado una pequeña guía sobre diferentes aceites que mejor se adaptan a cada componente, así como los efectos saludables que aportan. ¡Esperamos que te sea útil!
1. Primero elige un aceite base como alguno de estos:
Aceite de argán – para piel seca, madura, grasa y normal. Intensamente hidratante.
Aceite de jojoba – para piel seca, normal, mixta o grasa, así como piel propensa al acné. Equilibra la producción de sebo.
Aceite de hueso de albaricoque – para todo tipo de piel, especialmente bueno para piel normal, seca y madura. Aceite universal.
Aceite de almendras – para todo tipo de piel. Fantástico aceite facial, suave y nutritivo. Aceite universal.
Aceite de pepita de uva – para piel seca, normal, grasa o propensa al acné. Calmante para la piel y ligeramente astringente.
Aceite de aguacate verde – para piel seca, madura y dañada por el sol. Aumenta la elasticidad e hidrata.
Aceite de camelia – para todo tipo de piel. Penetra rápidamente y combate las líneas finas además de hidratar en profundidad. Aceite universal.
Aceite de baobab – adecuado para todo tipo de piel, incluso sensible y grasa. Verdadero aceite anti-edad que mejora la elasticidad de la piel.
2. Luego elige un aceite "nutritivo adicional":
Aceite de melón de Kalahari – aceite ligero pero hidratante, sin sensación grasa, funciona también para piel propensa al acné.
Aceite de rosa mosqueta – para piel seca, madura y normal. Altamente regenerador con capacidad anti-envejecimiento.
Aceite de semilla de frambuesa – para todo tipo de piel, fantástico aceite facial. Reparador, regenerador y calmante.
Aceite de macadamia – para piel seca, dañada y madura. Renueva la piel, restaura la humedad y mejora la calidad de la piel.
Aceite de marula – para piel madura y seca. Protege la piel contra el envejecimiento, combate las líneas finas y arrugas.
Aceite de borraja – para la mayoría de tipos de piel, pero especialmente piel grasa y con acné. Muy rico en GLA (ácido gamma-linolénico).
Aceite de onagra – piel normal, piel madura, cuida la piel. Rico en GLA (ácido gamma-linolénico).
Aceite de tamanu – tanto para piel seca como propensa al acné. Conocido aceite anti-edad y regenerador.
Aceite de granada – piel normal, seca, incluso piel sensible. Naturalmente antiinflamatorio, anti-edad, calmante e hidratante.
Aceite de moringa – para piel madura, seca y piel grasa con acné. Rico en antioxidantes que protegen mientras limpia la piel.
Aceite de comino negro – para todo tipo de piel, incluso sensible. Previene el envejecimiento de la piel y nutre en profundidad.
Aceite de cáñamo – para todo tipo de piel, calmante, hidratante. Naturalmente antiinflamatorio, contiene omega 3-6-9.
Estos dos aceites ya están diluidos en otros aceites y funcionan mejor tal como están:
Aceite de zanahoria – para todo tipo de piel. Protege intensamente, incluso piel dañada por el sol, debido a su alto contenido de betacaroteno.
Aceite de caléndula – para piel problemática como piel con picazón, acné, eccema o dermatitis del pañal. Estimula el proceso de curación y la renovación celular de la piel.
**3. Luego elige un aceite esencial (opcional)
Lavanda – para la mayoría de tipos de piel, normal, seca, grasa, la lavanda cura y calma.
Menta - para piel grasa y propensa al acné. Muy astringente.
Cedro - para piel normal, grasa y propensa al acné. Astringente pero también calmante.
Pachulí - para piel normal o simplemente porque amas su aroma.
Incienso - alivia la piel seca y sensible y equilibra la piel grasa.
Geranio - para la mayoría de tipos de piel, incluso piel grasa. Equilibra la producción de sebo de la piel.
Hierba limón - para piel normal, grasa y propensa al acné. Estimula la piel sobrecargada.
Romero - para piel normal, grasa y propensa al acné. Aceite estimulante.
Naranja - piel normal, piel grasa, piel impura, piel congestionada. Aporta luminosidad a la piel.
Cómo hacerlo
Necesitas un frasco o recipiente con tapa de algún tipo, preferiblemente de vidrio oscuro, y los aceites.
Llena tu frasco/recipiente de vidrio con 2/3 de tu aceite base.
Añade tu aceite "nutritivo adicional" hasta que el frasco esté casi lleno.
Opcional: añade entre 3-8 gotas de aceite esencial dependiendo del tamaño del frasco. Aproximadamente 1 gota por cada 15 ml.
Agita el frasco después de cada gota para que puedas ir comprobando el aroma hasta conseguir la cantidad de aceite esencial que deseas. Debes poder percibir el aroma pero no debe ser abrumador. Los aceites esenciales tienen efectos beneficiosos muy diversos y aromas fantásticos, lo cual a veces puede ser apreciado ya que no todos los aceites se consideran de aroma agradable. Por ejemplo, el aceite de neem huele realmente mal, el de moringa huele a hierba, el comino negro muy picante, etc.
¿Qué es un aceite esencial?
Los aceites esenciales se producen a partir de flores, ramas, hojas, semillas y raíces de plantas aromáticas. Cada aceite esencial es único en su composición. El aceite esencial es un extracto vegetal aromático que forma parte del sistema inmunológico de la planta. Son liposolubles, lo que significa que penetran en la piel y pueden ser absorbidos a través de la inhalación. En dosis bajas, los aceites son antiespasmódicos, antisépticos, antiinflamatorios, estimulantes y pueden aumentar la circulación sanguínea, entre otros beneficios. En dosis demasiado altas pueden causar problemas alérgicos, por lo que deben dosificarse con precaución.Las plantas que contienen aceites esenciales son por ejemplo: lavanda, albahaca, manzanilla, salvia, romero, anís... prácticamente todas las plantas que desprenden abundante aroma. Nota: El término "aceite esencial" no es correcto en sueco, sino una mala traducción del inglés "essential oil". Ahora ya lo sabes. Y recuerda, elige siempre aceites ecológicos, ya sea un aceite vegetal o un aceite esencial.
Si necesitas ayuda para elegir productos, siempre puedes contactar con nuestros especialistas