El agua de árbol del té es un hidrolato y un agua herbal. Durante la destilación de flores y plantas siempre se obtiene una fase oleosa concentrada y una fase acuosa. Del árbol del té se obtiene aceite esencial así como agua de árbol del té. El aceite esencial siempre está concentrado y debe usarse en pequeñas cantidades y generalmente en forma diluida. El agua, por el contrario, siempre puede usarse sin diluir directamente sobre la piel.
Las ventajas del agua de árbol del té
El árbol del té es conocido por sus propiedades antisépticas y antibacterianas. Como todos los hidrolatos, el agua de árbol del té tiene un pH más bajo alrededor de 4-5, que es más similar al pH propio de la piel. Esto hace que todos los hidrolatos sean aguas faciales muy puras y buenas. Akamuti ha elegido poner un pulverizador en el producto, lo que lo hace extra fácil de usar.
¿Para quién es buena el agua de árbol del té?
A menudo recomendamos el agua de árbol del té para personas con piel grasa y con acné. Pero también para tipos de piel inflamada.
Gracias a las propiedades antibacterianas, es especialmente buena para quienes tienen pústulas amarillas (acné que se puede exprimir).
El agua de árbol del té también es buena como spray después de la ducha en axilas con mal olor, en cuero cabelludo con caspa, picazón, mal olor y graso.
El agua de árbol del té consiste únicamente en agua y trazas de árbol del té. No contiene aditivos como alcohol secante o conservantes y perfumes irritantes.
Por eso es preferible si tienes piel fina, sensible o reactiva.
Ventaja de pocos ingredientes
Otra ventaja de usar ingredientes simples en tu cuidado de la piel es que puedes descifrar fácilmente qué toleras y qué no toleras.
En un agua facial o tónico con muchos ingredientes mezclados es muy difícil o imposible saber exactamente qué no toleras, si llegaras a tener una reacción cutánea.
