Cuidar tu cuerpo no tiene por qué ser complicado. Al contrario. A veces lo sencillo es justamente lo que marca la mayor diferencia. Un baño de pies con agua caliente después de un día largo. Un aceite corporal que huele delicioso y deja tu piel suave. Unos minutos para ti misma, sin estrés.
Aquí compartimos tres de nuestras recetas favoritas que puedes preparar fácilmente con ingredientes totalmente naturales.
Baño de pies con sal de Epsom – para pies cansados y un impulso de magnesio
Un baño de pies puede hacer maravillas. No solo para pies doloridos, sino para todo el cuerpo. Con sal de Epsom obtienes también sulfato de magnesio, que suaviza el agua y ayuda a que te relajes.
Necesitas:
3 cucharadas de sales de epsom
5 gotas de aceite esencial de lavanda o menta
Una palangana con agua tibia
Cómo hacerlo:
Mezcla la sal y el aceite en el agua. La lavanda te ayuda a relajarte antes de dormir. La menta aporta frescor y energía – perfecto después de un día caluroso o un entrenamiento. Sumérgete durante 15–20 minutos. Reclínate. Tal vez con un libro – o simplemente disfruta del silencio.
Baño limpiador para pies con tea tree y cariño adicional
Zapatos y calcetines húmedos y cerrados pueden causar desequilibrios en tus pies. Si la piel entre los dedos se siente irritada o tus pies huelen más de lo normal, puede ser hora de un tratamiento relajante y natural con ingredientes que limpian y refrescan.
Necesitas:
2 cucharadas de sales de epsom
1 cucharada de vinagre de sidra de manzana
4 gotas de aceite esencial de tea tree
1 litro de agua tibia
Cómo hacerlo:
Mezcla todo en una palangana. Remoja tus pies durante 10–15 minutos. Sécalos bien después – también entre los dedos. Finaliza con una mezcla ligera: 1 cucharadita de aceite de jojoba y 1 gota de tea tree. Aplica una capa fina y deja que se absorba.
Aplica aceite corporal después de la ducha
Después de una ducha caliente, tu piel está más receptiva. Un aceite corporal retiene la humedad y nutre la piel sin obstruirla. Elige aceites adecuados para tu tipo de piel y añade un aceite esencial para aroma y sensación.
Necesitas:
70 ml de aceite de jojoba prensado en frío
30 ml de aceite de argán prensado en frío
10 gotas de aceite esencial de hierba de limón o eucalipto
Cómo hacerlo:
Vierte en una botella de vidrio limpia y agita suavemente. Masajea sobre la piel húmeda inmediatamente después de la ducha – el aceite se absorbe mejor y la piel queda suave sin sensación grasa.
Consejos:
¿Quieres una sensación más rica? Sustituye parte del aceite de jojoba por aceite de coco.
¿Quieres que sea más relajante? Añade lavanda o mirra.
Spray corporal refrescante
Un mist facial en frasco grande funciona también como spray corporal. Úsalo después del ejercicio, en días calurosos o cuando quieras refrescarte sin ducha.
Necesitas:
50 ml de agua de lavanda o flor de azahar
2 gotas de aceite esencial de romero o menta
Un botella de spray
Cómo hacerlo:
Llena el frasco con la mezcla y agita bien. Rocía sobre hombros, pecho y brazos. Deja secar al aire.
Consejo:
Guarda la botella en el refrigerador para una sensación extra fresca.
Lo sencillo puede ser lo más valioso
Un baño de pies, aceite casero, un mist refrescante. No necesitas más para sentirte un poco más centrada. Al hacerlo tú misma, también conviertes ese momento en algo creado con cuidado – adaptado a ti.