Cuando empieza a oler mal, son las bacterias que están proliferando. No es peligroso, pero quizás no es muy agradable. Aquí tienes tres consejos sencillos sobre qué hacer con los pies y axilas malolientes.
1. Lava con algo distinto al jabón
Los jabones y geles de ducha son alcalinos y las bacterias prosperan mejor en ambientes alcalinos. Por lo tanto, no laves ni las axilas ni los pies con jabón si tienes problemas de olor. En su lugar, lávalos con algo ácido como vinagre de sidra de manzana o limón. También puedes lavarlos con un aceite antibacteriano como el aceite de coco. Después seca el aceite con una toalla húmeda.
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2. Usa aerosoles equilibrantes
El agua de salvia (Salviavatten) es equilibrante del pH en la piel. También es antibacteriana, por lo que es perfecta para rociar en axilas y pies después del lavado. Esto restaura el pH y mantiene las bacterias bajo control. También tenemos un buen aerosol de Gröna Gredelina que combate los olores. Este refresca todo, desde zapatillas de gimnasia y guantes de boxeo hasta esterillas de yoga.
3. Usa desodorantes ecológicos
Los desodorantes ecológicos son efectivos sin obstruir la función de sudoración. Los desodorantes ecológicos hacen que sudes menos y contrarrestan el mal olor. Para los pies, los desodorantes en crema funcionan muy bien. Naturlig deo tiene un desodorante para pies en formato crema. Una capa muy fina es suficiente y es increíblemente efectivo.
El desodorante en spray de Odylique funciona igual de bien en los zapatos que bajo las axilas, ya que su fórmula utiliza una combinación de sustancias botánicas con propiedades antibacterianas para absorber la humedad y extractos de hierbas para detener naturalmente las bacterias.