Aquí compartimos consejos que sirven para la mayoría de personas que quieren cambiar sus hábitos alimenticios a un nivel más saludable. Ninguna dieta es adecuada para todos, eso es algo que hemos aprendido. Pero independientemente de la dieta que sigas, hay ciertas cosas que puedes hacer para elevarte a un nivel más saludable.
¿Con qué debemos tener cuidado?
Limitar el azúcar blanco
Limita o elimina por completo el azúcar blanco. Es fácil entender que los refrescos, dulces, galletas y pasteles no son buenos para nosotros y no aportan ningún nutriente. Pero también hay que limitar lo que se convierte en azúcar innecesaria en el cuerpo como la harina blanca, el pan blanco, la pizza, la pasta blanca, el arroz blanco cocido, el maíz, los zumos convencionales y el yogur convencional. Esto hace que el nivel de azúcar en sangre suba y baje como en una montaña rusa, lo cual es difícil para el cuerpo, independientemente de la edad.
2. Evitar el gluten
El gluten debe evitarse en su mayor parte. El pan de masa madre de centeno, por ejemplo, es aceptable en cantidades moderadas. Se recomiendan cereales ecológicos como la quinoa, el mijo, el arroz integral y el alforfón (una hierba). Estos cereales es mejor dejarlos en remojo durante la noche antes de cocinarlos, así son más digestivos y mucho más sabrosos.
3. Limitar los lácteos
Limita o elimina ciertos productos lácteos de tu dieta diaria. No basta con elegir productos sin lactosa, es mejor eliminar los productos lácteos por completo, ya que la caseína no es buena para la mayoría de las personas. Si quieres consumir lácteos, los productos de cabra y oveja suelen ser mejor tolerados por el cuerpo. Los productos de vaca son más difíciles de digerir y no se recomienda beber leche. Si/cuando elijas productos lácteos, opta por los ecológicos.
4. Minimizar la proteína animal
Limita la proteína animal a pescado salvaje, carne de caza o carne blanca ecológica como máximo unas pocas veces por semana. Recuerda que esto no solo es bueno para ti, sino también para los animales y el medio ambiente. Evita preferentemente la carne roja y los embutidos (charcutería) por completo, ya que contienen muchos aditivos que no son buenos para el cuerpo. Si quieres comer huevos, depende de ti y de cómo te sientas después. Puedes notar cómo te afecta lo que comes aproximadamente 2-4 horas después de la comida. Si eres vegano, asegúrate de obtener buenas proteínas de otras fuentes como legumbres, frutos secos y semillas, además de muchas verduras.
¿Qué podemos comer en abundancia?
5. Verduras – come el arcoíris
Deja que la mayor parte de tu dieta sean verduras; frescas, crudas, al vapor y horneadas, así como brotes, algas (verduras marinas) y hierbas, tanto frescas como secas.
Come todos los colores del arcoíris cada día en cada plato. Las verduras funcionan para todos sin importar la edad o la dieta.
Come también tubérculos rallados crudos o tubérculos cocidos que se hayan enfriado, como batata, patata, colinabo, remolacha o zanahorias. Si se enfrían primero, no se convierten directamente en azúcar en el cuerpo. El jugo de remolacha también es bueno ya que favorece una presión arterial saludable.
6. Frutas y bayas
Come preferiblemente dos porciones de frutas y/o bayas al día, si experimentas que contribuye positivamente a tu salud, come más. Pero mantén controlado que tu nivel de azúcar en sangre no se vea afectado negativamente. Las frutas y bayas son algo muy positivo, llenas de vitaminas y fitonutrientes, pero si eres sensible a la fructosa, puede ser difícil manejar la fruta demasiado dulce. Las bayas funcionan bien para la mayoría de las personas.
7. Legumbres, cereales, semillas y frutos secos
Come con gusto legumbres ricas en fibra, semillas y frutos secos como semillas de sésamo, semillas de girasol, semillas de calabaza, guisantes, judías, lentejas, almendras y otros frutos secos como nueces y piñones. Si sigues la dieta Paleo, las legumbres quedan fuera, pero tú eliges. Todas las semillas, frutos secos y legumbres (con excepción de algunas como las lentejas y los anacardos) quedan mejor en remojo durante la noche antes de comerlos o cocinarlos, así son más digestivos y mucho más sabrosos. No se deben comer frutos secos en grandes cantidades, pueden ser difíciles de digerir, así que lo mejor es una cantidad moderada.
8. Agua pura, té de hierbas y zumos verdes
Bebe agua pura, agua con limón o lima. Otras formas de enriquecer tu agua pueden ser con pepino, verduras, bayas, bayas de goji, semillas de chía, cítricos. Bebe té de hierbas, té verde, té blanco – elige productos ecológicos. Zumos verdes. Los zumos verdes aportan esa nutrición extra especial. Si no puedes hacer zumo prensado en frío en casa o comprarlo cerca, elige un suplemento de verdes en su lugar. Si te gusta el café, bébelo con moderación y elige café ecológico o sin fumigantes, preferiblemente de tiendas de café que tuestan ellos mismos y saben de dónde procede. Ahora se encuentra en todas partes.
9. Ácidos grasos
Come ácidos grasos buenos y puros. Aceite de algas para Omega 3 (EPA, DHA). Otros buenos aceites son el aceite de oliva que proporciona Omega 9, aceite de linaza y aceite de cáñamo que proporcionan Omega 3, 6 y 9. También existen aceites especiales como el aceite de comino negro y el aceite de granada que son buenos para muchas cosas. El aceite de coco es un buen aceite para freír y cocinar.
10. Consume suplementos alimenticios
No siempre obtenemos suficientes vitaminas y minerales de nuestra dieta. En ese caso, los suplementos alimenticios pueden ser una excelente idea. Como indica su nombre, es exactamente lo que se pretende que sea: un suplemento adicional junto a nuestra dieta, no un reemplazo. También es una muy buena idea añadir suplementos cuando tomamos medicamentos o píldoras anticonceptivas para reemplazar las carencias que crean en el cuerpo.
11. Mini ayuno
Prueba a hacer una pausa en la alimentación, como un pequeño ayuno 1 día a la semana o más. Es simple: nada de comida después de las 18:00 y antes de las 12:00 del día siguiente. Así le das al cuerpo una oportunidad para recuperarse. Ten en cuenta que si tienes las glándulas suprarrenales fatigadas (síndrome de agotamiento), esto no siempre es bueno, sino que puede ser mejor comer poco y con frecuencia. No deberías sentirte tembloroso sino sentir que obtienes energía.
Recuerda: por supuesto que todos podemos hacer excepciones de vez en cuando. Es igual de importante relajarse, sentir felicidad y pertenencia que comer saludablemente. Así que si te encuentras en una cena donde la comida no es la que habrías elegido, ¡también puedes manejarlo!
Es lo que hacemos cada día lo que más nos afecta.
Estamos aquí por si tienes preguntas. Cálidos saludos, Rahima
