¿Tienes ganas de mejorar tus hábitos alimenticios pero no sabes por dónde empezar? Aquí están mis diez mejores hábitos para darle tanto al cuerpo como a la mente la nutrición que necesitan para sentirse bien – hoy, esta primavera, este año y mucho tiempo después.
1. Smoothies
Los smoothies son una forma sencilla de aumentar tu ingesta nutricional con ingredientes frescos y suplementos seleccionados como proteína orgánica, algas o polvo de hierba. Es rápido de hacer y es perfecto como desayuno, tentempié o recarga después del entrenamiento. Un consejo es masticar cuando bebes tu smoothie para activar las enzimas en la boca que te ayudan a absorber los nutrientes. Un buen smoothie comienza con una buena licuadora. Nuestra más popular es Omniblend que definitivamente ofrece la mejor batidora por el dinero si me preguntas.
2. ¡Bebe más jugos!
Beber jugo recién exprimido puede ser uno de los mejores hábitos que puedes tener en tu día a día. Puedes hacer uno tú mismo o comprar jugo fresco prensado en frío en un bar de jugos o tienda naturista cerca de ti. Las verduras son perfectas para hacer jugo ya que puedes consumir mucho más de esta manera. Piensa en lo mucho más rápido que puedes beber 500g de zanahorias o apio comparado con el tiempo que toma masticarlos. Hay muchas buenas máquinas de jugos en el mercado que prensan en frío si quieres empezar a hacer tu propio jugo en casa.
3. Haz tu propia leche vegetal
La leche vegetal casera es económica, fácil y nutritiva. Solo mezcla agua con semillas, frutos secos o arroz/avena y cuela, así tendrás una bebida nutritiva que también funciona bien como base en smoothies, sopas o como acompañamiento para el muesli. Algunas de nuestras favoritas son la leche de almendras, leche de cáñamo, leche de chufa y leche de anacardos. ¡Solo necesitas una buena licuadora y una bolsa para leche de frutos secos para empezar! Puedes encontrar bolsas para leche de frutos secos fácilmente en tiendas especializadas.
4. Empieza a germinar
Los brotes contienen hasta 30 veces más nutrición por gramo que sus plantas maduras. Es como un suplemento natural y vivo con montones de beneficios para la salud. Cultivar tus propios brotes es extremadamente económico en comparación con comprar los ya preparados, pero por supuesto requiere algo de tiempo, especialmente si no tienes la costumbre. Nuestros brotes favoritos en este momento son brócoli, girasol y rábano. ¿Cuáles son tus favoritos? Si quieres abastecerte de semillas para germinar o conseguir equipo de germinación, puedes encontrar todo lo necesario en tiendas especializadas.
5. Sustituye las papas fritas y dulces por snacks raw
Un consejo sencillo para mejorar la calidad de tu comida es elegir snacks hechos con ingredientes saludables. Por ejemplo, reemplazando el chocolate normal con chocolate raw o las papas fritas normales con chips raw. Ambos son fáciles y divertidos de hacer en casa, pero también se pueden comprar ya preparados por supuesto.
Aquí tienes una receta divertida para chips raw:
Chips de col rizada 2 litros de col rizada lavada y cortada en tiras
2-4 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de sal
Jugo de medio limón
Haz así: Masajea la col con aceite de oliva, sal y limón hasta que se ablande. También puedes agregar levadura nutricional vegana si deseas un "sabor a queso". Extiende la col masajeada uniformemente sobre bandejas. Seca en deshidratador aproximadamente 12 horas a 42 grados. Si usas un horno "normal" el tiempo se reduce a aproximadamente 1-2 horas. Cuando los chips estén realmente crujientes estarán listos.
6. Come los colores del arcoíris
Una regla simple cuando compras comida es tratar de obtener tantos colores de la naturaleza como sea posible. Verde, morado, naranja, rojo y amarillo todos indican que la comida es rica en antioxidantes y fitonutrientes. Es fácil encontrar todos estos colores en el reino vegetal: en verduras, frutas y bayas – ¡come preferiblemente diferentes variedades cada día! Los pudines de chía coloridos que están teñidos con diferentes polvos ricos en antioxidantes son una excelente manera de incorporar estos nutrientes en la dieta.
7. Agua pura
Estamos compuestos por aproximadamente 70% de agua. La calidad de esta agua por lo tanto juega un papel importante para nuestra salud. Un buen comienzo del día es beber un vaso grande de agua con limón. También puede ser una buena idea invertir en un buen filtro de agua para asegurarte de que tu agua no contenga ninguna sustancia con la que no quieras llenarte. Los filtros de agua de calidad pueden ayudarte a mejorar la pureza del agua que consumes diariamente.
8. Disfruta y aprecia tu comida
Sin importar lo que comas, recomendamos que lo disfrutes y aprecies la comida. El disfrute y la gratitud tienen montones de beneficios para la salud. Esto aplica especialmente si de vez en cuando te permites comida que tal vez no sea "óptima" desde el punto de vista nutricional. Según Deepak Chopra, por ejemplo, la presencia y gratitud por la comida que comemos tiene casi tanta importancia como lo que contiene la comida. ¡Vale la pena pensarlo!
9. Respira
A veces olvidamos que nuestro nutriente más esencial, sin el cual no podemos vivir más que unos minutos, es el aire. Ser consciente tanto de cómo respiramos como de la calidad de nuestro aire interior puede por tanto darnos grandes beneficios para la salud. Practicar ejercicios de respiración del yoga u otras tradiciones es una buena idea para la mayoría de nosotros. Otro consejo es mejorar el aire en casa con un Humio Humidificador que también puede levantar el ánimo con aceites esenciales puros en el hogar.
10. Calma
No te estreses cuando comas, mantente en el momento y no hagas demasiadas otras cosas. Prueba a simplemente comer la comida y disfrutarla a veces. Crear un momento tranquilo y armonioso alrededor de tu comida hace una gran diferencia para la digestión y la absorción de nutrientes. Solo piensa en cómo se siente estar relajado cuando comes comparado con tal vez engullir un sándwich al paso. Tanto el cuerpo como la mente te agradecerán ese pequeño cuidado extra que te das a ti mismo cuando tomas tiempo y espacio para relajarte en relación con tu nutrición. ¡Y recuerda masticar!