¿Sabías que los seres humanos tenemos 10 veces más bacterias en nuestros cuerpos que células humanas?
Se encuentran en el estómago, en la cavidad oral, en la piel y en la zona íntima donde, entre otras cosas, ayudan a protegernos contra las bacterias dañinas, equilibrar el valor del pH, convertir los alimentos en nutrientes y producir importantes sustancias señalizadoras.
Decir que son importantes para nuestra salud es quedarse muy corto, ya que no podríamos existir sin ellas.
Beneficios de las bacterias buenas
Las bacterias saludables desempeñan un papel importante para la salud general, y contribuyen entre otras cosas a:
Digestión saludable.
Regulación del sistema inmunológico.
Salud vaginal.
Equilibrio hormonal normal.
Estabilización del metabolismo.
Combatir las alergias.
Eliminación de toxinas en el tracto gastrointestinal.
Salud psicológica/emocional.
Una buena flora intestinal también puede ayudar con la pérdida de peso, problemas cutáneos como acné o eczema, y hacer que el cabello y las uñas sean más fuertes.
Digestión saludable
Las bacterias del ácido láctico saludables ayudan a apoyar la función diaria de los trillones de bacterias que viven en el estómago.
Nuestros amigos bacterianos tienen un papel bien definido en la digestión, lo que nos permite descomponer y absorber nutrientes importantes como magnesio, hierro, cobre, calcio, grasas, proteínas y carbohidratos complejos.
El 70% de nuestro sistema inmunológico se controla desde nuestro estómago e intestino. Por eso la salud de nuestra flora intestinal desempeña un papel tan importante. Afecta nuestra salud en general y todo nuestro bienestar.
Salud vaginal
Las bacterias del ácido láctico también desempeñan un papel importante para mantener la salud vaginal.
Apoyan ayudando a mantener un ambiente ligeramente ácido, lo que contribuye a reducir el crecimiento excesivo de bacterias que de otro modo podrían ser dañinas.
Esto es especialmente importante ya que existe una variedad de sustancias que pueden afectar negativamente el ambiente vaginal, incluyendo el uso de antibióticos y anticonceptivos.
Nuestro mundo exterior no apoya a las bacterias
En un mundo ideal, probablemente nos las arreglaríamos simplemente comiendo correctamente.
Pero entonces se necesitaría un mundo donde los alimentos no contuvieran conservantes y aditivos artificiales. Sería un mundo libre de toxinas en el aire y el agua. Y quizás lo más importante, sería un mundo donde no estuviéramos expuestos a diferentes medicamentos o estrés que pueden causar caos en nuestras bacterias intestinales.
Por lo tanto, es muy fácil que la microflora intestinal se desequilibre, lo cual puede tener efectos muy negativos en la digestión, nuestra capacidad de eliminación de toxinas y nuestra sensación general de bienestar.
5 formas de optimizar tu microflora
Depende de nosotros apoyar y nutrir nuestro "mundo bacteriano" interno a través de nuestras elecciones dietéticas y el tipo de estilo de vida que llevamos.
Evita en la mayor medida posible los alimentos refinados, como harina blanca, azúcar blanco, edulcorantes químicos y otros aditivos que son perjudiciales para nuestra flora intestinal.
Come muchos alimentos que contengan bacterias buenas (probióticos). Ejemplos de este tipo de alimentos son frutas orgánicas, verduras y vegetales orgánicos, alimentos silvestres, así como alimentos fermentados de varios tipos, por ejemplo, chucrut o kimchi.
Come muchos alimentos con nutrientes para estas bacterias (prebióticos). Ejemplos de alimentos ricos en fibras prebióticas son alcachofa de Jerusalén, manzanas, alcachofas, espárragos, plátanos, bayas, legumbres, cebollas y ajo.
Para optimizar aún más y asegurarte de tener una flora rica y saludable, toma regularmente suplementos con probióticos* que nutran las bacterias buenas que ya tienes. *Los probióticos son "microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, proporcionan un efecto beneficioso para la salud."
Gestiona el estrés. Sí, el estrés también afecta negativamente a nuestros microbios.
Así incorporas bacterias buenas en tu día a día
Las bacterias del ácido láctico no solo desempeñan un papel importante dentro de nuestros cuerpos, sino también fuera del cuerpo. Tienen varias áreas de aplicación fuera de nuestros cuerpos, como en el cuidado de la piel y en nuestro hogar.
Cuidado de la piel: Algunos de nuestros productos para el cuidado de la piel contienen cepas bacterianas específicas que actúan sobre la piel para proteger y fortalecer "el órgano más grande del cuerpo", es decir, la piel.
En la cocina: Es posible hacer yogur casero, queso vegano y helado con bacterias del ácido láctico.
Aquí encontrarás 3 recetas divertidas con probióticos.
Aquí encontrarás recetas para queso de origen vegetal.
Para plantas y animales: Ciertas combinaciones de bacterias del ácido láctico, como por ejemplo Probioform, pueden funcionar como suplemento también para mascotas, así como para aumentar la vitalidad de las plantas tanto en el hogar como en el huerto.
Productos de limpieza: Las bacterias beneficiosas pueden funcionar como purificación y protección contra malos olores no deseados, bacterias y otros elementos.
¿Cómo usas las bacterias buenas en tu hogar?