Transforma tu ducha o baño en un spa elaborando tu propio exfoliante corporal. Este es sin duda uno de nuestros favoritos en Glimja, que nos encanta usar durante una ducha caliente o sauna. Le da a la piel un nuevo brillo y después te sientes casi como un bebé recién bañado. Además, es muy fácil de preparar.
Ingredientes:
2 dl de sal marina fina o sal del Himalaya
2 msk de miel
1 msk de aceite a elección (por ejemplo, aceite de almendras o aceite de jojoba)
1-2 msk de agua caliente
10 gotas de aceite esencial (por ejemplo, menta, rosa, lavanda o eucalipto)
Mezcla todos los ingredientes en un frasco hasta obtener un exfoliante homogéneo. Puedes hacer una cantidad mayor y guardarla en un frasco con tapa en el baño. También es excelente para usar como un producto romántico de spa junto a esa persona especial. 😊
Cómo usar el exfoliante corporal:
Dúchate o toma una sauna caliente. Aplica el exfoliante por todo el cuerpo y frota suavemente. Enjuágate y disfruta de tu piel renovada.