Nuestra ortiga común - Urtica dioica - que crece y prospera en todo el país es un regalo único de la naturaleza. Las hojas de ortiga son ricas en clorofila y minerales como hierro, cromo, zinc, cobre, magnesio, silicio, cobalto y calcio. Las ortigas también son ricas en vitaminas como A, E, D, C y K. La ortiga ha sido utilizada en la medicina natural durante siglos y se remonta a la antigua Grecia. Entre otras cosas, se ha consumido para:
equilibrar los niveles de azúcar en sangre.
fortalecer el sistema inmunológico.
apoyar el sistema nervioso.
nutrir el sistema hormonal.
favorecer la salud de las articulaciones.
ayudar a la digestión.
apoyar los riñones.
beneficiar las vías urinarias.
ayudar con problemas de la piel.
Energía
La ortiga aporta nutrición y energía a todo el sistema. Es una hierba que resulta extremadamente adecuada para el agotamiento y la fatiga prolongada. La ortiga proporciona una energía equilibrada a todo el cuerpo y apoya todas las glándulas y órganos. Es alcalina y ayuda al cuerpo cuando hay exceso de acidez.
Ortiga para mujeres
Las ortigas son una maravillosa aliada vegetal para todas las mujeres durante varias etapas de la vida, desde la adolescencia hasta la menopausia. Funciona como un "tónico uterino" para problemas menstruales como el síndrome premenstrual, sangrado excesivo, anemia, fatiga y sudores nocturnos. La ortiga es especialmente rica en hierro y clorofila, lo que la convierte en un excelente medio para estimular la formación de sangre.
Ortiga para problemas de piel
La ortiga también es una excelente opción para probar en problemas de piel, como el eczema. Esta hierba apoya la curación de la piel y también proporciona brillo y nutrición tanto a la piel como al cabello.
¿Infusión, extracto o polvo?
Una manera efectiva de consumir mucha ortiga es a través de una infusión, un polvo o un extracto.
Infusión de ortiga
Una infusión extrae muchos minerales, especialmente magnesio de la ortiga. Hazlo así: 15 gramos de hierba seca por 1/2 litro de agua recién hervida. Deja reposar tapado en una cacerola durante al menos 4 horas (sin calor). Conserva en el refrigerador, puedes beber 2-4 tazas al día, o usar como base para un batido. Recuerda también beber agua ya que la ortiga produce sed.
Extracto de ortiga
Un extracto es una hierba altamente concentrada y biodisponible. Evita el proceso digestivo y entra rápidamente en el torrente sanguíneo. Esto lo convierte en una forma muy efectiva para que el cuerpo absorba los principios medicinales de las hierbas.
Polvo de ortiga
Un polvo es simplemente toda la hierba molida hasta convertirla en polvo. Es delicioso mezclarlo con un poco de agua o espolvorear sobre el porridge.
Descubre cómo puedes hacer una mascarilla facial beneficiosa con ortiga.
¿Cuándo se debe tener precaución con la ortiga?
Durante el embarazo, en caso de diabetes, si se toman anticoagulantes y con problemas renales. Consulta siempre con un especialista si tienes dudas.
Ortigas frescas
En Suecia podemos cosechar ortigas desde abril hasta octubre. En cuanto al sabor, los brotes tiernos de primavera son preferibles, pero como fuente nutricional se pueden recolectar mientras estén creciendo, excepto cuando florecen; entonces deben evitarse. Recuerda llevar guantes cuando las recojas. Las ortigas pueden comerse frescas, en sopas, ensaladas o batidos. Es recomendable picar las hojas muy finamente. También pueden congelarse, secarse o convertirse en extracto para poder consumirlas durante el resto del año. Si no has cosechado tus propias ortigas, siempre puedes comprar ortiga seca o polvo de ortiga.
Aquí tienes una receta de pesto de ortiga que puedes guardar para la primavera: Ingredientes:
100 gramos de ortigas
1/2 dl de hojas frescas de menta
1 diente de ajo - picado
1 dl de piñones, tostados
2 cucharadas de zumo de limón
0,5 dl de aceite de oliva
1/2 dl de queso parmesano ecológico bien rallado
o si eres vegano, 2 cucharadas de levadura nutricional
sal y pimienta negra
¿Cómo se prepara?
Coloca las ortigas recién recogidas en un recipiente grande con agua fría. Usa guantes - pon las ortigas en el agua y déjalas allí durante 5 minutos.
Separa las hojas de los tallos y desecha los tallos.
Coloca las hojas de ortiga en agua hirviendo y hierve durante 1 minuto.
Escurre y extiende las ortigas sobre una bandeja de horno. Deja que se enfríen completamente.
Exprime tanta agua como sea posible y pica groseramente.
Coloca las ortigas en una batidora potente o procesador de alimentos junto con la menta, el ajo, los piñones y 2 cucharadas de zumo de limón.
Procesa hasta que la mezcla haya formado una pasta.
Vierte el aceite de oliva en la máquina mientras está en funcionamiento. Transfiere la mezcla a un recipiente y añade el queso.
Prueba y ajusta el sabor con sal y pimienta.
¿Cómo te gusta tu ortiga?