Las algas dulse son uno de los alimentos más nutritivos de la tierra, que han sido utilizadas como alimento, condimento y medicina por personas en todos los continentes desde tiempos inmemoriales.
Dulse en la cocina
Las dulse son consideradas una de las algas más exquisitas con su sabor salado, ligeramente ahumado pero al mismo tiempo un sabor fácil de apreciar con una consistencia correosa. Puedes usarlas crudas en una ensalada o añadirlas enjuagadas o blanqueadas en, por ejemplo, un guiso, sopa, sobre verduras o en fideos.
Naturalmente tenemos varias recetas favoritas con dulse y aquí hay una creada por Andrew Olson "The one ingredient chef". Él crea recetas deliciosas basadas en la creencia de que la comida es poder, y que decidimos con cada bocado si ese poder funciona a favor o en contra de nosotros. ¡Inspirador! Esta receta de dulse funciona igual de bien como untable en un bocadillo que como salsa para mojar verduras.
Dip/untable de Dulse con sabor a limón
Receta para aprox. 2,5 dl
Ingredientes:
1,2 dl anacardos
4 cucharadas de semillas de girasol
3 cucharadas de tahini
1 limón entero (jugo + ralladura)
1-2 dientes de ajo
3 cucharadas de tomates secos (secos sin aceite)
3 cucharadas de escamas de Dulse
1 pizca de sal (opcional si lo deseas)
Agua (según necesidad y consistencia)
Paso uno
Remoja los anacardos y las semillas de girasol durante al menos 2 horas en aproximadamente 7-10 dl de agua. Remoja también los tomates secos en agua hirviendo durante unos 30 minutos. Añade agua suficiente para cubrirlos bien.
Paso dos
Escurre el agua de los frutos secos/semillas y colócalos en un procesador de alimentos con el tahini, el jugo de limón, la ralladura de limón y 1-2 dientes de ajo. Pulsa en la batidora hasta que todo se haya desintegrado y la consistencia sea bastante cremosa.
Paso tres
Escurre el agua de los tomates secos y pícalos. Colócalos en la batidora con las escamas de dulse, sal (opcional) y un poco de agua (según sea necesario) para conseguir una consistencia untable/para mojar pero no aguada. Prueba y ajusta con más ingredientes según sea necesario.
Paso cuatro
¡Enfría! Como con la mayoría de las recetas a base de frutos secos, ésta mejora aún más después de enfriarla durante 2-3 horas. Cuando los ingredientes tienen la oportunidad de reposar, los sabores se desarrollan. Sirve con galletas, pan, zanahorias, apio ¡u otras cosas sabrosas!